Rikuto Hong
- Accion Inspira
- May 23
- 6 min read
Building bridges, not walls | Construyendo Puentes, No Muros

English Version:
At just 17 years old, Rikuto Hong from Japan is leading a movement that redefines what it means to be young and devoted to peace. As the founder of World in Peace, a youth-led platform committed to global humanitarian work, Rikuto is empowering youth across borders to see themselves not just as observers, but as active builders of a more compassionate world.
A Vision Born from Contrasts
Raised in Japan but educated at an international school, Rikuto noticed stark differences between Western and Japanese educational philosophies. In countries like the United States and the UK, students were actively involved in nonprofit work. In contrast, Japan’s conservative culture often limited youth involvement in social issues. This disparity lit a spark.
"We realized it wasn’t a lack of interest from youth," Rikuto explains. "It was systemic. We needed a platform that enabled us to act."
That insight led to the founding of World in Peace, an organization with a mission to transform peace from an ideal into a lived reality. Their vision? A world where respect and unity replace conflict. A world where bridges are built instead of walls.
Turning Passion Into Impact
While Rikuto's personal experiences laid the foundation, his friends became co-architects of the mission. Together, they launched initiatives during the COVID-19 pandemic, such as donation drives and online concerts for hospitalized children. These early efforts instilled a belief: small acts can generate massive impact.
One of World in Peace’s standout projects is in Afghanistan. Collaborating with a local women’s organization, they implemented sanitation and medical aid initiatives in the Laghman region. They started small—a few students fundraising online—but grew into an international collaboration, proving that awareness and empathy can stretch across oceans.

Hope After Disaster
In Japan, World in Peace also mobilized to respond to natural disasters. After an earthquake hit Ishikawa Prefecture in early 2024, and torrential rains followed months later, the organization provided emergency supplies and emotional support to displaced families. From hygiene kits to craft workshops and massage sessions, their goal was not just survival—but human connection.
"We wanted to stop people from isolating themselves," Rikuto says. "Stress and loneliness are dangerous, especially after trauma. We built programs to help neighbors become friends."
Similarly, after a devastating forest fire in Iwate Prefecture in 2025, they facilitated counseling sessions and provided essential supplies. Their goal: to turn relief into recovery.
Collaborating for Greater Good
World in Peace thrives through strategic partnerships. Because their team is comprised of young volunteers, many of whom are preparing for university or studying abroad, direct on-site support is often coordinated through local organizations. This collaborative model not only expands their reach but ensures culturally appropriate and effective aid.
Funding remains a challenge. The organization is not legally registered in Japan—a choice made to allow flexibility for its international student leaders. However, this limits their access to traditional grants and can create trust barriers with potential donors. Rikuto remains undeterred.
"Our impact speaks louder than our paperwork," he asserts.

Looking to the Future
Rikuto dreams of expanding World in Peace into more regions, particularly focusing on underrepresented communities and conflict zones. Their ongoing Afghanistan project is a top priority. But he also wants to increase local engagement through community-based programs that foster grassroots trust.
His message to aspiring changemakers? Start small, but start now.
"You don’t need to register an NGO on day one. Volunteer, observe, learn. Then build something better. That’s what we did."
The Power of Youth in Peacebuilding
Rikuto Hong is not your typical teenager. He is proof that youth-led initiatives can be both strategic and empathetic, professional and passionate. From Japan to Afghanistan, from disaster zones to policy talks, his work is a testament to the enduring truth: peace begins with people who dare to care.
In a world where walls are easily built, Rikuto chooses to build bridges. And through World in Peace, he's inviting others to walk across them.
Spanish Version:
Rikuto Hong: Construyendo Puentes, No Muros
Con tan solo 17 años, Rikuto Hong, desde Japón, lidera un movimiento que redefine lo que significa ser joven y estar comprometido con la paz. Como fundador de World in Peace, una plataforma liderada por jóvenes dedicada al trabajo humanitario global, Rikuto está empoderando a la juventud de todo el mundo para que se vea a sí misma no solo como observadora, sino como constructora activa de un mundo más compasivo.
Una visión nacida de los contrastes
Criado en Japón pero educado en una escuela internacional, Rikuto notó profundas diferencias entre las filosofías educativas de Occidente y Japón. En países como Estados Unidos y Reino Unido, los estudiantes participaban activamente en labores sociales. En contraste, la cultura conservadora japonesa limitaba frecuentemente la participación juvenil en asuntos sociales. Esta disparidad encendió una chispa.
“Nos dimos cuenta de que no era falta de interés por parte de los jóvenes,” explica Rikuto. “Era algo sistémico. Necesitábamos una plataforma que nos permitiera actuar.”
Esa visión llevó al nacimiento de World in Peace, una organización con la misión de transformar la paz de un ideal a una realidad vivida. Su visión: un mundo donde el respeto y la unidad reemplacen al conflicto. Un mundo donde se construyan puentes en lugar de muros.
Transformar la pasión en impacto
Si bien las experiencias personales de Rikuto sentaron las bases, sus amigos se convirtieron en coarquitectos de la misión. Juntos, lanzaron iniciativas durante la pandemia de COVID-19, como campañas de donación y conciertos virtuales para niños hospitalizados. Estos primeros esfuerzos inculcaron una convicción: los pequeños actos pueden generar un gran impacto.
Uno de los proyectos más destacados de World in Peace está en Afganistán. En colaboración con una organización local de mujeres, implementaron iniciativas de saneamiento y ayuda médica en la región de Laghman. Comenzaron con poco—unos pocos estudiantes recaudando fondos en línea—pero crecieron hasta convertirse en una colaboración internacional, demostrando que la empatía y la conciencia pueden cruzar océanos.
Esperanza después del desastre
En Japón, World in Peace también se movilizó para responder a desastres naturales. Después de un terremoto en la prefectura de Ishikawa a principios de 2024, y lluvias torrenciales meses después, la organización proporcionó suministros de emergencia y apoyo emocional a familias desplazadas. Desde kits de higiene hasta talleres de manualidades y sesiones de masajes, su objetivo no era solo la supervivencia, sino la conexión humana.
“Queríamos evitar que las personas se aislaran,” dice Rikuto. “El estrés y la soledad son peligrosos, especialmente después de un trauma. Creamos programas para ayudar a que los vecinos se conocieran entre sí.”
De forma similar, tras un devastador incendio forestal en la prefectura de Iwate en 2025, facilitaron sesiones de asesoramiento y proporcionaron suministros esenciales. Su objetivo: transformar la ayuda en recuperación.
Colaborar para el bien común
World in Peace prospera gracias a alianzas estratégicas. Como su equipo está compuesto por voluntarios jóvenes, muchos de los cuales se preparan para la universidad o estudian en el extranjero, el apoyo directo en terreno se coordina principalmente a través de organizaciones locales. Este modelo colaborativo no solo amplía su alcance, sino que asegura una ayuda culturalmente apropiada y efectiva.
La financiación sigue siendo un reto. La organización no está registrada legalmente en Japón—una decisión tomada para permitir flexibilidad a sus líderes estudiantiles internacionales. Sin embargo, esto limita su acceso a subvenciones tradicionales y puede crear barreras de confianza con posibles donantes. Rikuto no se deja intimidar.
“Nuestro impacto habla más fuerte que nuestro papeleo,” afirma.
Mirando al futuro
Rikuto sueña con expandir World in Peace a más regiones, enfocándose especialmente en comunidades subrepresentadas y zonas de conflicto. Su proyecto en Afganistán sigue siendo una prioridad. Pero también quiere aumentar la participación local mediante programas comunitarios que fomenten la confianza desde las bases.
Su mensaje para los futuros agentes de cambio: empieza en pequeño, pero empieza hoy.
“No necesitas registrar una ONG desde el primer día. Haz voluntariado, observa, aprende. Luego construye algo mejor. Eso fue lo que hicimos nosotros.”
El poder de la juventud en la construcción de paz
Rikuto Hong no es un adolescente cualquiera. Es prueba de que las iniciativas lideradas por jóvenes pueden ser estratégicas y empáticas, profesionales y apasionadas. Desde Japón hasta Afganistán, desde zonas de desastre hasta foros de políticas, su trabajo es un testimonio de una verdad fundamental: la paz comienza con personas que se atreven a preocuparse.
En un mundo donde es fácil levantar muros, Rikuto elige construir puentes. Y a través de World in Peace, invita a otros a cruzarlos.
Website: https://www.wipeace.org/
Instagram (Japan): https://www.instagram.com/worldinpeacejapan/
Instagram (Global): https://www.instagram.com/worldinpeace_global/

Comments