Giorgos Pesmazoglou & Vassilis Derpanopoulos
- Accion Inspira
- May 9
- 6 min read
Empowering Tourists to Protect the Seas | Empoderar a los turistas para proteger los mares

English Version:
At just 18 years old, Giorgos Pesmazoglou and Vassilis Derpanopoulos from Greece have already left a significant mark on their country’s environmental landscape. As the co-founders of Artemis, a youth-led environmental initiative named after the ancient Greek goddess of wilderness, the duo is rewriting how we engage communities—and even tourists—in the collective fight against pollution. Their story, rooted in simple school cleanups and propelled by grand ambition, is now rippling across continents.
A Project Born by the Sea
What began as a school initiative transformed into a nationwide—and now international—movement. The name “Artemis” holds symbolic and geographic meaning: their first cleanup took place beside a wetland, near a temple dedicated to the goddess Artemis. That ancient site inspired not just the name but the values behind their work—respect for nature, heritage, and the power of community.
Artemis provides cleanup kits—containing gloves, trash bags, and clear instructions—that are distributed through charter yacht companies across Greece. The premise is as elegant as it is powerful: tourists visiting the Greek islands can take a kit, do a beach cleanup on their own time, and log their results by scanning a QR code. Their photos and names are later featured in a public gallery, where their efforts are honored with certificates of “green excellence.”

A Joyful Rebellion Against Apathy
For Giorgos and Vassilis, the goal has never been to scold people into action. Instead, they’ve reimagined environmentalism as a joyful, shared activity. “Cleaning the beach doesn’t have to be a chore,” they explain. “It can be fun—it can even be something you do with friends while on vacation.”
The emotional return is profound: seeing smiling families participate, watching children feel proud of contributing to nature, and turning passive tourists into active guardians of the environment. “That’s what makes us most happy—seeing their smiles on our website gallery,” they shared.

Scaling a Dream
The team started modestly: a few cleanups, lots of cold-emailing yacht chartering companies, and a simple idea to harness the potential of Greece’s 10 million annual tourists. Within their first season, Artemis facilitated 80 cleanups and garnered national television attention. From there, doors kept opening. More companies joined, and their initiative expanded across Europe and beyond—with cleanups held not only in Greece but also in Monaco, Cyprus, and even the United States.
They’ve also collaborated with kindergartens and joined projects like Schools Without Plastic, teaching young children the value of environmental stewardship.

Challenges and Competitions
While the growth has been exhilarating, it hasn’t come without challenges. At times, they faced resistance and even jealousy from other NGOs or companies that saw Artemis as competition. “Some companies didn’t believe in our mission; they just saw it as good PR,” they admit. Yet, they held fast to their values—transparency, education, and grassroots empowerment.
They also learned the importance of setting boundaries and asserting their worth. Early on, they gave away cleanup kits for free. But as the project grew and their efforts demanded more resources, they realized the importance of sustainability—not just for the environment, but for their own initiative.

A Legacy in the Making
Both Giorgos and Vassilis are now preparing to study abroad—at Brown University and Dartmouth College, respectively—and are already planting Artemis’ seeds in the U.S. “We want to take Artemis with us wherever we go,” they said. Their dream? To introduce the same model to the Caribbean and expand into other coastal regions facing similar tourism-related pollution challenges.
They even envision the day when Artemis could be passed on to a larger NGO—ensuring its continuity and further growth.

A Message to the World
Their message is beautifully simple: you don’t need a hundred people to make a difference. Whether it’s you alone or with a friend, picking up trash on a beach, in a park, or near your home is an act of environmental love. And that act matters.
“We started Artemis as high schoolers, with no money, just an idea. If we can do it, so can you,” they say.
With Artemis, Giorgos and Vassilis have proven that true leadership begins with purpose, that youth-led action can ripple across oceans, and that the world doesn’t change all at once—but it does begin with someone who dares to care.

Giorgos Pesmazoglou & Vassilis Derpanopoulos: Empoderar a los turistas para proteger los mares
Versión en español:
Con apenas 18 años, Giorgos Pesmazoglou y Vassilis Derpanopoulos, originarios de Grecia, ya han dejado una huella significativa en el panorama ambiental de su país. Como cofundadores de Artemis, una iniciativa medioambiental liderada por jóvenes y nombrada en honor a la diosa griega de la naturaleza salvaje, este dúo está transformando la manera en que las comunidades—e incluso los turistas—se involucran en la lucha colectiva contra la contaminación. Su historia, nacida de simples jornadas escolares de limpieza y alimentada por una gran ambición, hoy resuena más allá de las fronteras europeas.
Un Proyecto Nacido Junto al Mar
Lo que comenzó como una actividad escolar se convirtió en un movimiento nacional—y ahora internacional. El nombre “Artemis” posee un significado tanto simbólico como geográfico: su primera limpieza se llevó a cabo junto a un humedal, cerca de un templo dedicado a la diosa Artemisa. Ese sitio ancestral no solo inspiró el nombre, sino también los valores que hoy guían su misión: respeto por la naturaleza, por la herencia cultural y por el poder de la comunidad.
Artemis distribuye kits de limpieza—con guantes, bolsas y un instructivo—mediante empresas de alquiler de yates en toda Grecia. La idea es tan simple como poderosa: los turistas que visitan las islas pueden tomar un kit, realizar una limpieza de playa por su cuenta y registrar sus resultados escaneando un código QR. Sus fotos y nombres aparecen luego en una galería pública donde se les otorga un certificado de “excelencia ecológica”.
Una Rebelión Alegre Contra la Indiferencia
Para Giorgos y Vassilis, la meta nunca ha sido regañar a la gente para que actúe. En cambio, han reimaginado el activismo medioambiental como una experiencia compartida, alegre y significativa. “Limpiar una playa no tiene que ser una obligación,” explican.
“Puede ser divertido, incluso algo que haces con tus amigos durante las vacaciones.”
El impacto emocional es inmenso: ver familias enteras participando, niños orgullosos de ayudar al planeta, y turistas que pasan de ser observadores pasivos a convertirse en defensores activos del medioambiente. “Lo que más nos emociona,” comparten, “es ver sus sonrisas en nuestra galería de fotos.”
Escalando un Sueño
El equipo empezó de forma modesta: algunas limpiezas, muchos correos en frío a empresas de yates, y una idea clara de cómo aprovechar el potencial de los más de 10 millones de turistas que Grecia recibe cada año. En su primera temporada, Artemis facilitó 80 limpiezas y logró aparecer en la televisión nacional. Desde entonces, las puertas se abrieron. Más empresas se sumaron, y la iniciativa se expandió por Europa y más allá—con limpiezas en Mónaco, Chipre, e incluso Estados Unidos.
También han trabajado con jardines infantiles y se han unido a proyectos como Escuelas Sin Plástico, enseñando a los más pequeños sobre la importancia del cuidado del entorno.
Retos y Competencia
Aunque el crecimiento ha sido emocionante, no ha estado exento de desafíos. En ocasiones enfrentaron resistencia, e incluso celos, por parte de otras ONG o empresas que veían a Artemis como competencia. “Algunas compañías no creían en nuestra misión; solo lo veían como buena publicidad,” confiesan. Sin embargo, se mantuvieron fieles a sus valores: transparencia, educación y empoderamiento desde la base.
También aprendieron a establecer límites y valorar su trabajo. Al principio, ofrecían kits de limpieza de forma gratuita, pero a medida que el proyecto creció, comprendieron la necesidad de asegurar su propia sostenibilidad.
Un Legado en Construcción
Hoy, Giorgos y Vassilis se preparan para estudiar en el extranjero—en Brown University y Dartmouth College, respectivamente—y ya están sembrando las semillas de Artemis en Estados Unidos. “Queremos llevar Artemis con nosotros a donde vayamos,” dicen. Su sueño es replicar el modelo en el Caribe y expandirse a otras zonas costeras que enfrentan problemas similares de contaminación vinculada al turismo.
Incluso visualizan el día en que Artemis pueda ser transferido a una ONG más grande, asegurando así su continuidad y crecimiento.
Un Mensaje al Mundo
Su mensaje es profundamente inspirador: no necesitas cien personas para generar un cambio, solo el valor de comenzar. Ya sea caminando solo por la orilla o acompañado en un parque, cada pedazo de basura recogido es un acto de amor por el planeta, una revolución silenciosa de responsabilidad.
“Éramos solo dos estudiantes de secundaria con una idea y pasión por nuestro país,” cuentan. “No esperamos permiso—simplemente comenzamos.”
Con Artemis, Giorgos y Vassilis han demostrado que el verdadero liderazgo nace del propósito, que la acción juvenil puede cruzar océanos, y que el mundo no cambia de un solo golpe—pero sí empieza con alguien que se atreve a cuidar.

Comments